El bosque tuvo siempre un componente de misterio, de ámbito donde es posible que sucedan cosas extrañas, como en los cuentos infantiles. Pero el bosque onírico puede ofrecer también descanso y protección. Una nueva vida, pero antes hay que hacer ese recorrido, quizás no muy agradable, pero necesario para llegar a encontrar la propia verdad.