LA INFLUENCIA DE LOS PLANETAS

 

El sol, la Luna y los ocho planetas del sistema solar son la base fundamental de los estudios astrológicos. Sus ciclos y posiciones relativas influyen decisivamente en nuestro destino.

Los nombres de los planetas  y sus Dioses, provienen de la antigua mitología griega y posteriormente de la romana.

A cada plante se le asocia un Dios, un Arquetipo, que representa la fuerza, los principios y los aspectos psicológicos del ser humano, vasados en los principios vivos del universo. De cada planeta  y su Dios correspondiente haremos un pequeño estudio Psico-Astrológico.

La astrología nace  junto con la agricultura, cuando las primeras civilizaciones agrícolas  de hace cinco mil años necesitaron medir con más exactitud el tiempo para establecer un calendario de siembras y cosechas.

Los primeros estudiosos del cielo fueron los sumerios y los asirio-babilonios, ya en el tercer milenio antes de cristo.

En esas culturas, quienes observaban y estudiaban los ciclos del Sol, la Luna, los planetas y sus movimientos eran, al mismo tiempo, científicos, magos, y sacerdotes.

No había, por tanto, distinción entre astronomía y astrología. Más tarde, los conocimientos astrológicos se trasladaron y enriquecieron en Egipto y Grecia, hasta que en el siglo II el matemático y astrónomo griego Claudio Tolomeo ordenó el conocimiento astrológico en el tratado de Tetrabiblon.

A partir de esos principios,  el estudio planetario se enriqueció y desarrolló a lo largo del tiempo, y fue en el siglo XVII cuando el francés Morin de Villefranche estableció las bases de la astrología moderna.

TIPOLOGÍA DE LOS ASTROS

Los astros del sistema solar que ocupan el firmamento terrestre se dividen en cuatro: Luminarias, planetas personales, planetas sociales y planetas  generacionales, según las influencias básicas que provocan sus ciclos y su distancia de la tierra.