No hay duda de que el plenilunio es el gran momento cósmico de la Luna, cuando el astro ha alcanzado todo su poderío y reina luminoso en la noche. Desde los tiempos ancestrales, las noches de luna llena han sido ámbito propicio de todo tipo de hechicerías y ceremonias mágicas, en especial las relacionadas con la fertilidad y la sensualidad.

Bajo el signo del plenilunio toda la naturaleza vibra con una renovada intensidad. El bosque parece erizarse, el tacto de las piedras estremece nuestra piel, los mares y ríos brillan emitiendo ondas que nos envuelven, las flores aparecen tensas y ruborizadas, y todos los seres vivos perciben la magia que flota en el aire. También nosotros estamos rodeados por esas densas ondas energéticas lunares, que parecen poder verse, olerse y hasta rozarlas con las manos.

Se dice que la luz de la luna llena abre las compuertas del tiempo en el hechizo del sueño. Si dejamos que nos ilumine mientras dormimos, es posible que soñemos con vidas pasadas, o que podamos vislumbrar el porvenir. Para eso hay dos ejercicios de invocación que describiré brevemente.

Invocación lunar de vidas pasadas

Acostarse a la luz de la luna, si es posible sin ropa alguna y sin joyas ni adornos (de nos ser posible, sólo con un camisón blanco). Cuando se acerque el sueño, concentrarse en visualizar la primera infancia, el propio parto, el feto que fuimos (esto ayuda a dar vuelta a la flecha del tiempo), hasta ver un gran círculo o espiral de luz que gira lentamente. Intentar atravesarlo… Por la mañana, procurar recuperar lo soñado antes de abrir los ojos y despertar del todo

Invocación lunar adivinatoria

Acostarse como se indica en la sección anterior. Al sentir que se acerca el sueño, concentrarse en el tema o asunto sobre el que se quiere adivinar, de forma cronológica. O sea, recordad cómo comenzó, cuál fue su desarrollo y cuál es su situación actual (esto te permitirá orientar al futuro la flecha del tiempo). Hacer un esfuerzo de visualización -pero sin tensión- del momento presente, y procurar fijarlo… A la mañana siguiente, indagar las imágenes de los sueños antes de despertar del todo.

Extraido del Libro  de magia de la Bruja Moderna